martes, 23 de junio de 2009


“LUCHEMOS CONTRA EL TRABAJO INFANTIL”



En el Perú el trabajo infantil es una cruda realidad, pues en la mayoría de los sectores pobres y de extrema pobreza de las zonas urbano-marginales y rurales es común ver a cientos de niños que se exponen a un modo de vida indigno que la sociedad debe esmerarse en eliminar. El término “trabajo infantil” se refiere a cualquier trabajo que es física, mental, social o moralmente perjudicial o dañino para el niño e infiere en su escolarización privándole de la oportunidad de ir a la escuela obligándole a abandonar prematuramente las aulas o exigiendo que intente combinar la asistencia a la escuela con largas jornadas de trabajo pesado. A continuación se analizarán las características, causas y consecuencias de este problema.

En principio, la característica principal del trabajo infantil es que se da a más temprana edad en el campo que en la ciudad. El 80 % de los niños y niñas trabajan en la economía informal y el 10 % se ocupa en sectores más organizados. El trabajo les impide ir a la escuela o les limita el rendimiento escolar y las causas que las producen son múltiples: pobreza, violencia intrafamiliar, patrones culturales diversos, falta de oportunidades, falta de cobertura, etc.

Ahora bien, ¿qué consecuencias trae el trabajo infantil?
· Sociales y morales: Profundiza la desigualdad, viola los derechos humanos fundamentales de la infancia y la adolescencia, acelera el proceso de maduración, impide o limita el adecuado proceso educativo, provoca el enfrentamiento a un ambiente adulto y a veces hostil, propicia la pérdida de la autoestima y genera problemas de adaptación social o traumas.

· Físicas y Psíquicas: Enfermedades crónicas, dependencia de fármacos, retraso en el crecimiento, agotamiento físico, abusos físicos, picadura de insectos y animales ponzoñosos, infecciones a causa de químicos, heridas, quemaduras y amputaciones, dolores en las articulaciones y deformaciones óseas; mortalidad.

· Económicas: Pérdida promedio de 2 años de escolaridad, que a largo plazo significa un 20% menos de salario durante toda su vida adulta; pérdida de poder adquisitivo del mercado nacional. La pérdida de años de educación se traduce en una calidad inferior de capital humano disponible en una sociedad.

En suma, el trabajo infantil es un mal que aún está pendiente de erradicar. Dependerá de la toma de conciencia de las autoridades y de la población en general que esta terrible situación que azota a nuestro país y a gran parte de los pueblos de América Latina se extinga.

Por: TORRES SALVADOR JACQUI


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